miércoles, 20 de noviembre de 2013

Concepto y tipologías de la demanda turística

Introducción al Turismo

OMT Organización Mundial del Turismo

DIRECCIÓN

Amparo Sancho

COLABORAN

Dimitrios BuhalisJavier GallegoJaume MataSusana NavarroEstefanía OsorioAurora PedroSergio RamosPaz Ruiz




Concepto y tipologías de la demanda turística.




Desde que en los años 50 empezó a producirse un desarrollo continuado de los viajes debido, fundamentalmente, al aumento del bienestar económico y al aumento del tiempo libre u ocio, la variable más importante y sobre la que más han estudiado los investigadores y empresarios
del mercado turístico es la demanda turística.

El concepto de demanda está intimamente relacionado con el proceso de toma de decisiones que los individuos realizan constantemente en el proceso de planificación de sus actividades de ocio y, por lo tanto, su determinación depende de numerosos factores no sólo económicos,  sino también psicológicos, sociológicos, físicos y éticos.

La definición de demanda turística variará según los intereses que muevan al investigador. Así, un economista se centrará en la demanda desde el punto de vista del consumo, un psicólogo se interesará más por el comportamiento y las motivaciones de dicha demanda, etc.

Mathieson y Wall (1982, p.16) ofrecen una definición con connotaciones geográficas: “El número total de personas que viajan o desean viajar, para disfrutar de facilidades turísticas y de servicios en lugares distintos
al lugar de trabajo y de residencia habitual”.

Esta definición es bastante amplia, ya que incluye tanto a los que viajan como a los que no lo hacen por alguna razón. Cooper et al. (1993, pp.15-16), basándose en esta distinción, clasifican la demanda turística
en tres grandes grupos:

• La demanda efectiva o actual: es el número actual de personas que participan en la actividad turística, es decir, que efectivamente viajan.
Este grupo es el que se mide más fácilmente y el que se encuentra reflejado en las estadísticas mundiales. Uno de los indicadores más útiles de la demanda efectiva es la propensión a viajar, que considera
la penetración de los viajes turísticos en una población determinada.

• La demanda no efectiva: es el sector de población que no viaja por algún motivo. Dentro de este grupo puede distinguirse: la demanda potencial, que se refiere a aquéllos que viajarán en el futuro, cuando
experimenten un cambio en sus circunstancias personales (más tiempo libre, más dinero, etc.); y la demanda diferida, que es aquélla que no ha podido viajar por algún problema en el entorno o en la oferta (actividad terrorista en una zona, falta de alojamiento, etc.).

En este grupo no debemos olvidar al sector de la población que no puede viajar por ser un lujo demasiado caro, no sólo en los países en desarrollo, sino también en los industrializados.
• El tercer grupo lo configura la no demanda, caracterizada por un grupo de gente adverso a los viajes, i.e. aquellos que simplemente no desean viajar.

Los mismos autores, Cooper et al. (1993, p.16), realizan otra distinciónestableciendo dos conceptos nuevos: sustitución de la demanda y desviación de la demanda. La primera, se refiere al cambio o sustitución de una actividad turística concreta por otra (por ejemplo, una estancia en apartamentos es sustituida por una estancia en un hotel, debido a falta de plazas en los primeros); la desviación de la demanda, sin embargo, se
produce cuando se cambia la localización geográfica de la misma (por ejemplo, por falta de vuelos hacia un destino determinado). Ambos fenómenos alteran profundamente las industrias turísticas locales.
Un concepto más estrictamente económico de estas magnitudes haría referencia a la capacidad de gasto –o al gasto real de esas personas–, ya que en términos económicos la demanda es siempre una magnitud
monetaria y no el número de consumidores. En este sentido, la OMT en sus definiciones enmarca el concepto de gasto por turismo, el cual define como “el gasto realizado por un visitante o de parte de un visitante por causa de un viaje y durante su estancia en el destino”.
En esta definición hay seis variables importantes que deben ser tomadas en consideración por su incidencia en el concepto de gasto por turismo:
• Los precios en los destinos.
• Los precios en los destinos competidores.
• Las dimensiones de los mercados turísticos.
• La renta y riqueza de los demandantes de turismo (la cual figura
como una restricción presupuestaria).
• Los factores sociológicos, psicológicos y culturales de la demanda.
• Gustos y preferencias del consumidor.
Todos estos componentes configuran un marco de referencia para la
demanda turística individual, que en términos analíticos da forma a la
función de demanda turística para un individuo:
Qi= F (Pd , Pc , Yi , Si)
Donde:
Qi: es la cantidad demandada de turismo por el individuo.
pd: hace referencia a un índice de precios ponderado en los destinos.
pc: es un índice complejo de los precios en los destinos competidores.
Yi: es el nivel de renta del individuo.
Si: componentes sociológicos, psicológicos y culturales de los individuos.

3.2 Factores determinantes dela demanda turística
La propia complejidad a la hora de definir la demanda turística como concepto global, hace necesario un previo análisis de cómo los distintos factores que condicionan la decisión de viajar influyen sobre la propia
estructura de la misma.
Estos factores pueden agruparse en cinco grandes grupos:
1. Económicos.
2. Relativos a las unidades demandantes.
3. Aleatorios.
4. Relativos a los sistemas de comercialización.
5. Relativos a la producción.
1. Factores económicos
1.1 Nivel de renta disponible. Este factor se refiere a la cantidad de dinero disponible por el consumidor para gastar en bienes de ocio, como el turismo, tras haber pagado sus necesidades básicas. Es
decir, hace referencia a la restricción presupuestaria a la que se ve sometida la demanda de cualquier bien. Sancho y Pérez (1995) han demostrado en estudios sobre la demanda turística de los individuos
la relación positiva existente entre la demanda y la renta disponible. El empleo del individuo también incide directamente en las posibilidades de que éste viaje e, igualmente, está estrechamente ligado al nivel de renta disponible

1.2 Nivel de precios.
Respecto a esta variable hay que considerar que no afecta por igual a los mercados de origen que a los destinos turísticos. En el mercado de origen, unos niveles altos de precios o crecimientos
fuertes en los precios interiores produce un aumento del gasto en los bienes de primera necesidad, con lo cual se gasta una parte mayor de la renta para estos fines, detrayendo por lo tanto la cantidad gastada
en turismo (para mantener la restricción presupuestaria). Sancho y Pérez (1995) han demostrado empíricamente para datos españoles la relación negativa entre estas dos variables, lo cual demuestra su
característica de bien normal.

En los mercados de destino, un aumento en los precios implica una disminución de su demanda, sin embargo no supone una disminución de la demanda de turismo realizada por un individuo, ya que éste puede
cambiar su destino hacia lugares alternativos (ver Figura 3.4).
La relación entre la demanda, la renta y el precio es expresada por los economistas en términos de elasticidad de la demanda, i.e. el grado de cambio que puede esperarse en la demanda ante variaciones, ya sea en el precio de los bienes de consumo, ya sea en el nivel de renta disponible (Figura 3.5).
La demanda de un bien es elástica cuando su elasticidad es superior a 1, i.e. un aumento de los precios producirá una reducción de mayor proporción en la cantidad demandada. Y del mismo modo, la demanda de un bien es inelástica o rígida cuando es inferior a 1, i.e. las cantidades demandadas varían poco ante cambios fuertes de los precios. Si la elasticidad es igual a 1, el gasto dedicado al consumo de bienes turísticos aumenta proporcionalmente a la disminución de los precios, o viceversa.



La demanda de bienes turísticos suele ser elástica respecto al precio, ya que un bien turístico tiene muchos bienes sustitutivos, por lo que cuando hay un aumento fuerte de los precios, la demanda se desvía hacia
esos otros bienes. Desde el punto de vista de la estrategia a seguir, es interesante conocer si la demanda es elástica o no, porque si lo es, obviamente no se puede aplicar aumentos de precio para maximizar las
ventas, y al contrario (Figura 3.6).
Cuando la elasticidad es inferior a 1 la demanda es poco sensible a aumentos de la renta, i.e. el incremento del consumo se hace en menor proporción. Cuando la elasticidad es superior a 1 significa que ante cambios de la renta, la cantidad demandada de turismo se incrementa más que proporcionalmente.


La Figura 3.7 muestra diferentes elasticidades demanda/renta para diferentes tipos de negocio turístico. Un estudio detallado de este gráfico puede ser un buen ejercicio para el lector.


1.3 Política fiscal y controles del gasto en turismo. Esta variable relacionada
indirectamente con la renta disponible de los individuos es un
componente económico importante. Ante un aumento de la presión
fiscal, la renta disponible de los individuos es relativamente menor y,
por lo tanto, se producirá una disminución en la demanda. Ésta ha sido
una de las razones importantes que han afectado al gasto individual en
turismo de los alemanes después de los años 90, que han visto sus
ingresos domésticos reducidos por el aumento de presión fiscal originada
por la política de reunificación alemana (Figuras 3.8 y 3.9).


1.4 Financiación. Este factor está siendo un elemento importante en
los estudios recientes sobre la demanda. Así, la posibilidad de
financiar los viajes a largo plazo o bien utilizar la financiación a
plazos permite a los individuos realizar gastos en turismo mayores

o con mayor frecuencia. Este es el caso de la demanda inglesa en
turismo, cuya estimación está fuertemente condicionada por las
financiaciones a largo plazo.
1.5 Tipos de cambio. La relación explícita entre las monedas de los países
emisores y receptores de turismo es un factor importante en la
demanda turística. Una relación fuerte de la moneda del país emisor
con el dólar favorece la demanda turística hacia los países de
destino con monedas menos fuertes respecto al dólar.
Una razón por la que la demanda turística argentina hacia los países europeos
se ha ido consolidando en los últimos años, ha sido, fundamentalmente,
la paridad peso-dólar establecida por el gobierno de Menem.
Las Figuras 3.10, 3.11 y 3.12 dan una visión de los impactos del tipo
de cambio sobre la actividad turística



En cuanto a los niveles de demanda agregada para los destinos se
puede considerar un conjunto de factores adicionales a los determinados
anteriormente para la demanda individual. Por una parte, existen
factores que afectan positivamente a la demanda como son la competitividad
de los destinos, la calidad en su oferta turística y sus regulaciones
económicas. Por otra, factores que afectan negativamente a la
demanda son el esfuerzo de promoción de los destinos y de sus competidores,
y la relación coste del viaje /tiempo. Todo ello aparece recogido
en el cuadro resumen que se presenta a continuación, referente a
los factores económicos sobre demanda turística:



En conclusión, los factores económicos ejercen una influencia clara en
la demanda, ya que el grado de desarrollo de una sociedad determina
la magnitud de dicha demanda. No hay más que observar que los países
donde se genera la mayoría de la demanda turística mundial pertenecen
al grupo de países desarrollados. Estos países se caracterizan por
economías dinámicas, con poblaciones empleadas principalmente en el
sector terciario, alta renta per cápita y mucho tiempo libre disponible.
Los países en vías de desarrollo son los destinos con tasas de crecimiento
mayores en llegadas de turistas y se caracterizan por una mayoría
de la población trabajando en el sector primario, riqueza basada en
la propiedad de la tierra, modelos de transacciones primitivos, baja
renta per cápita y bajos niveles de salubridad.
2. Factores relativos a las unidades demandantes
Los determinantes económicos de la demanda pueden explicar la utilización
por parte de los consumidores turistas de servicios concretos,
pero hay un conjunto de variables que, según los estudios realizados por
Sancho y Pérez (1995), ejerce sobre la demanda mayores efectos que los
puramente económicos. Se trata de los factores de motivación, sociológicos,
psicológicos, formas y estilos de vida, tiempo de ocio, nivel cultural,
costumbres estacionales, creencias ideológicas y religiosas y factores
demográficos poblacionales, que se explican a continuación.
2.1 Motivación
Algunas veces no se explican bien ciertos comportamientos de los consumidores
de turismo, es decir, por qué turistas con características sociodemográficas
idénticas eligen destinos distintos, por qué eligen viajar con
una compañía y no con otra, etc. Por ello, hay que tomar en consideración
el comportamiento del consumidor y su proceso de toma de decisiones.
Normalmente, cuando las personas viajan es por algo, lo que implica
la existencia de algún motivo o causa y lo que presupone alcanzar un
fin determinado. Todo acto de voluntad envuelve una motivación y un
fin (Castro, 1977).
Sin embargo, no hay dos individuos iguales, por lo que sus decisiones
dependerán de sus actitudes (reflejo de valoraciones positivas o negativas
acerca de algo), de sus percepciones (impresiones mentales del
entorno), de sus personalidades (combinación de características psicológicas,
que incluye gustos, preferencias, etc.) y de sus experiencias previas
(casi todo el comportamiento humano se aprende). Estos aspectos
configuran juicios subjetivos por parte de los consumidores, que influyen
en el proceso de decisión.

Por lo tanto, cabe afirmar que la toma de decisiones es un proceso
complejo en el que se interrelacionan multitud de elementos. En el
caso concreto del turismo, hay que tener en cuenta que el consumidor
turista toma una decisión sobre algo que se caracteriza por (Wahab,
Crampon y Rothfield, 1976):
• Una inversión que no le va a reportar nada tangible.
• La experiencia turística representa un gasto considerable en relación
con el esfuerzo empleado para ganar el dinero.
• Implica la necesidad de ahorrar y planear antes de la decisión final.
• El gasto turístico casi nunca se realiza de forma espontánea o caprichosa.
En este contexto, la decisión de compra por parte del consumidor turista
se guía por una cautela mayor que para otros bienes de consumo, ya
que el riesgo percibido es más alto. En consecuencia, la imagen que
exista en la mente del consumidor sobre un destino o un servicio concreto
será decisiva para el proceso de toma de decisión y afectará al
tipo de vacaciones elegido, aunque dicha imagen no se corresponda
con la realidad. En este sentido, la OMT (1979) define la imagen de un
destino turístico como “las ideas o conceptos que se tienen del mismo
a nivel individual o colectivo”.
Según Cooper et al., existen dos tipos de imágenes: la imagen orgánica,
que es aquélla que se forma a partir de información que no proviene
de la publicidad o promoción de un país concreto, i.e. libros, periódicos,
etc.; y la imagen inducida, que es aquélla que proviene
directamente de la promoción que de un país realicen sus órganos turísticos.
Esta última imagen es controlable a través del marketing.
Aunque existe en la literatura una multitud de modelos de toma de
decisiones, aquí se introduce el que proporcionan Wahab, Crampon y
Rothfield (1976), con fases muy concretas, que pone de relieve el
aspecto individual y único de cada decisión:
1. Marco inicial: necesidades o deseos a satisfacer.
2. Entorno conceptual que recoja las alternativas existentes para satisfacer
al consumidor.
3. Recogida de hechos –costes, preferencias, etc.
4. Definición de supuestos –a través de búsqueda de información y
sacando deducciones de los hechos.
5. Diseño del estímulo –intento de concretar más el estímulo inicial,
para satisfacerlo mejor.
6. Previsión de las consecuencias –de las decisiones que se vayan a tomar.
7. Análisis coste–beneficio.
8. Decisión.
9. Resultado de la decisión.
Hay que añadir que, el proceso decisorio depende, en gran parte, del
miembro de la familia que adopte la decisión final. Efectivamente, en
una familia y dependiendo del carácter dominante de sus miembros, la
decisión puede ser impuesta al resto o compartida por todos, lo que trae
consigo formas particulares de toma de decisiones: así, la decisión final
puede ser de uno de los miembros de la familia, mientras la influencia
es común, o la decisión y la influencia pueden ser comunes, etc.
La motivación para viajar representa el estímulo inicial que pone en
marcha todo el proceso decisorio posterior. Según Maslow (1970),
estas motivaciones vienen determinadas por una serie de necesidades
que afectan a todos los individuos y se hayan dispuestas jerárquicamente
en un orden de preferencia para ser satisfechas. El orden jerárquico
de estas necesidades es el siguiente:
1º. Necesidades fisiológicas (nivel más bajo en la jerarquía): hambre,
frío, sed, etc.
2º. Seguridad: seguridad, estar libre del miedo y la ansiedad.
3º. Amor: afecto, dar y recibir amor.
4º. Estima: estima por uno mismo y por los demás.
5.º Autorrealización (nivel más alto en la jerarquía): sentirse completo.
Según esta teoría, cuando las necesidades más básicas –en la jerarquía de
Maslow las necesidades fisiológicas– se satisfacen, dejan de tener importancia
para el individuo, apareciendo como nuevas motivaciones de su
conducta las necesidades encuadradas en el siguiente nivel de la jerarquía.
Aunque esta teoría ofrece un marco conceptual en el que poder entender
mejor las necesidades de los individuos, tiene ciertas carencias, ya que no
se basa en estudios prácticos –como, por ejemplo, por qué se han elegido
esas necesidades y no otras, o por qué se han ordenado de ese modo–.


Según Mill y Morrison (1985), las necesidades son una combinación de
anhelos de los que el consumidor puede ser o no consciente.
Adicionalmente, estas necesidades son expresadas por medio de deseos
específicos –por ejemplo, necesidad de relajarse, deseo de ir a un sitio
concreto, etc. La diferencia entre necesidades y deseos es que de los
deseos se es siempre consciente. La motivación (causa) formula pues
unos objetivos o fines concretos, cuya realización, en un principio, debe
satisfacer las necesidades del individuo.
A modo de ejemplo, se puede establecer la siguiente premisa: “Estoy
cansado de trabajar. Necesito descansar (necesidad). Me gustaría ir a
Toledo a pasar un fin de semana (deseo). Voy a reservar una habitación
para la semana que viene (objetivo)”.
Plog (1974) distingue entre turistas allocéntricos y psicocéntricos. Los
allocéntricos son los turistas motivados por áreas no turísticas, nuevas
experiencias, destinos diferentes y alto nivel de actividad en el destino elegido;
mientras que los psicocéntricos son aquellos turistas motivados por
destinos que les sean familiares, con un alto desarrollo en equipamiento
turístico y en donde desarrollen poca actividad. La mayoría de la población
puede ser clasificada entre estos dos tipos, en una categoría que Plog denomina
mid-céntricos. Generalmente, los psicocéntricos se caracterizan por
pertenecer a las clases económicas más desfavorecidas, ya que aunque
estén motivados hacia otro tipo de vacaciones, en muchas ocasiones son
las limitaciones económicas las que les impiden realizarlas (Figura 3.14).
Según Cooper et al. (1993, p.23) la motivación comprende las siguientes ideas:
• El acto de viajar responde inicialmente a la existencia de unas necesidades
que representan el impulso de la acción.
• La motivación tiene sus raíces en factores sociales y psicológicos,
en actitudes, percepciones, cultura, etc., dando lugar a formas individuales
de motivación.
• La imagen orgánica e inducida son esenciales para la motivación y
afectan al tipo de viaje escogido.

A modo demostrativo, la Figura 3.15 muestra una serie de motivaciones
determinantes del deseo de viajar.
2.2 Condicionantes socioculturales
Se incluyen dentro de este epígrafe factores como la edad (Figura 3.16
y 3.17), la profesión, el empleo, etc. Otros factores como el nivel de
educación o la movilidad personal influyen positivamente en el hecho
de que un individuo demande más cantidad de turismo. Así por ejemplo,
a mayor educación, mayor información y conocimiento de las
oportunidades existentes.
El impacto del desempleo sobre la demanda turística es obvio, como lo
son las perspectivas de estabilidad en el puesto de trabajo.
Efectivamente, la inseguridad provoca reservas tardías, mayor número
de viajes nacionales y desplazamientos más cortos. Además, la naturaleza
del trabajo también influye en la clase de vacaciones escogidas,
debido al fenómeno conocido como referencia de grupo: para sentirse
aceptado por su grupo, el individuo sigue las pautas de comportamiento
en viajes y demanda turística seguidas por los miembros del grupo
al que pertenece (en este caso, al grupo de trabajo).


2.3 Formas y estilos de vida
Las formas y estilos de vida y los atributos individuales de las personas
–actitudes, percepciones, personalidad, experiencias y motivaciones–,
dan lugar a diferentes tipos de turistas que Cohen (1974) clasifica en
cuatro grandes grupos, describiendo los dos primeros como turismo institucionalizado
y los dos últimos como turismo no-institucionalizado:
1. El turista de masas organizado: tiene poco contacto con la cultura local
y busca mantener su entorno habitual en el destino de vacaciones.
2. El turista de masas individual: similar al anterior, aunque con un
poco más de flexibilidad en sus decisiones.
3. El explorador: organiza su viaje independientemente, aunque buscando
transporte y alojamiento confortables. Abandona el entorno
habitual, pero de vez en cuando vuelve a él.
4. El impulsivo: no tiene ningún contacto con la industria turística,
intenta abandonar su entorno de siempre, no tiene itinerario fijo y
tiene contacto con las culturas que visita.



Como muestra la Figura 3.18, el estatus social de la población también
incide en la demanda de viajes.
2.4 Tiempo de ocio
El tiempo dedicado al ocio determina asimismo la capacidad para viajar
de un individuo determinado. Normalmente, a mayor tiempo libre,
mayor disponibilidad para viajar, aunque esta relación sólo está muy
clara en los casos extremos (i.e. con muchas vacaciones se puede viajar
más que con pocas o con ninguna) (Figura 3.19).
También las vacaciones pagadas por motivos de incentivos están modificando
los esquemas de la demanda. Generalmente, es en los países
desarrollados donde la población goza de vacaciones pagadas y en
donde se están desarrollando modelos nuevos de vacaciones más cortas
y frecuentes.

2.5 Costumbres estacionales
Algunos factores como las fiestas, vacaciones escolares o climatología
son condiciones favorables para que los individuos decidan demandar
turismo. Es por ello que los mercados turísticos se van adaptando a esta
estacionalidad del negocio turístico, ofreciendo condiciones distintas para
cada temporada, distinguiendo entre temporadas bajas, altas y medias.
2.6 Creencias ideológicas, religiosas y políticas
Son variables que condicionan la demanda de turismo en los individuos.
Ejemplos de este factor son las peregrinaciones a la Meca, así
como las visitas a las basílicas, santuarios, etc.
2.7 Los factores políticos
Las actuaciones políticas de los gobiernos pueden fomentar (creación de
infraestructuras y apoyo a la industria turística por parte del gobierno
central o regional, etc.) o impedir (exigencia de visado, régimen inestable,
limitaciones de divisas que pueden entrar o salir de un país, etc.) el
aumento de la demanda turística.

2.8 Factores demográficos
La demanda turística está muy relacionada con la edad del individuo
(no entendida como edad cronológica, sino más bien como edad doméstica),
ya que cada edad se caracteriza por una serie de preocupaciones,
actividades, intereses e inquietudes, que dan forma al tipo de vacaciones
elegido por cada grupo. Por otra parte, los factores demográficos,
ligados al desarrollo económico de una nación, también inciden en la
capacidad para viajar. En los países desarrollados se produce lo que se
conoce por paradoja del ocio (Figura 3.20), en la que queda reflejada la
vida de un individuo: cuando se es joven se tiene tiempo, pero no dinero
para viajar; cuando se es adulto, se tiene dinero, pero no tiempo. Las
naciones en vías de desarrollo, fundamentalmente rurales, con altos
índices de natalidad y de mortalidad, con jóvenes y extensas familias, se
caracterizan por una baja propensión al viaje, ya que subsisten de la
agricultura y sus poblaciones no tienen ni tiempo ni dinero para gastar
en el turismo. Sin embargo, las naciones desarrolladas, predominantemente
urbanas, con bajos índices de natalidad y de mortalidad, con un
alto poder adquisitivo por parte de una población con necesidad de
escapar de la urbe y con intereses diversos, se caracterizan por una alta
propensión al viaje (Figura 3.21).


Por supuesto, todos estos factores se interrelacionan y deben ser considerados
en su conjunto por su influencia total sobre la demanda turística.

3. Factores aleatorios
Son aquellas variables imprevisibles que afectan al comportamiento
sistemático de los consumidores y que inciden, por tanto, en la demanda
turística. Estos factores vienen determinados por las guerras y cataclismos.
A modo de ejemplo, se puede señalar el período de la Guerra
del Golfo, durante el cual la demanda turística disminuyó en todo el
mundo (incluida la demanda doméstica de Estados Unidos), solamente
por la psicosis de inestabilidad que se generó.

4. Factores relativos a los sistemas de
comercialización y a la producción
Se presenta a continuación un cuadro resumen que recoge los factores
más importantes que afectan a la demanda desde los sistemas de
comercialización y producción. A partir de este cuadro resumen, se
estimula a los lectores a pensar y determinar los factores que podrían
afectar positiva o negativamente a la demanda turística.
Si consideramos los determinantes individuales junto con los determinantes
a nivel de destinos, podemos obtener una imagen mucho más completa
y clara de los factores que influyen y modelan la demanda turística.



Video sobre la demanda turistica, tomando como ejemplo argentina

Bibliografía
BONIFACE, B. and COOPER, C., (1987): The Geography of Travel
and Tourism, Heinemann Professional Publishing, Great Britain.
COOPER, C., FLETCHER, J., GILBERT, D. and WANHILL, S., (1993):
Tourism Principles and Practice, Pitman Publishing, Great Britain.
FIGUEROLA PALOMO, M., (1992): Manual Para el Estudio de la
Economía Turística en el Ambito Macroeconómico, OMT, Madrid.
MATHIESON, A. and WALL, G., (1982): Tourism. Economic,
Physical and Social Impacts, Longman, UK.
McINTOSH, R. and GOELDNER, C., (1990): Tourism Principles,
Practices, Philosophies, John Wiley and Sons, Inc. USA.
PEARCE, D., (1989): Tourist Development, Longman, UK.
SANCHO, A.y PÉREZ, J.M (1995): «Tourism demand in Spain: A Panel
Data Analysis. Tourism and Travel Econometric», XLV International
Conference of Applied Econometrics, Suiza.
SECRETARIA GENERAL DE TURISMO, (1993): Las Vacaciones de
los Españoles en 1993, Madrid.
TAYLOR, G., (1990): «El Marketing y las Nuevas Demandas
Turísticas», Papers de Turisme, Nº 2, pp. 61-80.
TRUITT, L., TEYE, V. and FARRIS, M., (1991): «The Role of
Computer Reservation Systems. International Implications for Travel
Industry», Tourism Management, 12 (1) March, pp. 21-36.









9 comentarios:

  1. Es de gran interés conocer que el factor económico sea de tanta importancia en la demanda del turismo de aventura. algo también internaste fue el dato de la paradoja, donde dice que los jóvenes tienen tiempo pero no plata para biajar, y los adultos tienen plata pero no tiempo.

    Saludos

    Emiliano Shagahiec, Siberia

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    1. Gracias, por su comentario, si lo analizamos de diferentes maneras, entre los jóvenes y los adultos, el problema es el tiempo y el dinero, que son un factor predominante para realizar cualquier actividad turística.

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  2. Me parece un tema muy interesante y completo, ya que muestra como nace esta modalidad de turismo hasta como se desarrolla en la actualidad. Algo que le agrega ese valor extra es también como influye en la economía. Un gran articulo.

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  3. La información es bastante completa, nos ayuda a entender como se ha configura el turismo, actividad esencial para muchos países, incluido el nuestro; principalmente ahora que se plantea el cambio de la matriz productiva y esta actividad es una de las contempladas en este proceso y para poder realizarla de manera correcta y mejorar los servicios que ofrecemos en este ámbito es necesario conocer primero todas las implicaciones de la misma.

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  4. Cabe destacar el interés y la información en este blog mostrada ya que ell turismo de aventura requiere de instrumentos especiales para proteger al turista al mismo tiempo que cuidan el espacio natural. Aportes científicos y tecnológicos han generado materiales y técnicas que permiten el desarrollo de accesorios y medios de transporte que hoy posibilitan desafiar las leyes de la naturaleza.
    Exiten normas técnicas para la realización de este tipo de turismo, les dejos un link en el que pueden encontrar información respecto a esto:
    http://www.optur.org/normas-tecnicas-turismo-aventura.html
    Saludos

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    1. gracias por su comentario, la aventura en nuestro país es muy diverso y sobre todo nos permite demostrar que estamos rodeamos de una naturaleza maravillosa y única en el mundo.

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  5. El turismo de aventura en el Ecuador son los deportes de aventura reavivan sensaciones elementales como el vértigo y la adrenalina, ideas que surgen en escenarios ajenos a la intervención de las ciudades como cascadas, ríos y el mar. En este caso, el ser humano se adapta al medio ambiente y no al contrario, el explorador es un intruso que admira y se deja encantar.
    La mayoría de estas actividades de aventura requieren de instrumentos especiales para proteger al deportista al mismo tiempo que cuidan el espacio natural. Aportes científicos y tecnológicos han generado materiales y técnicas que permiten el desarrollo de accesorios y medios de transporte que hoy posibilitan desafiar las leyes de la naturaleza.
    Son viajes que tienen como finalidad el entrenamiento medio e intenso con cierto grado de riesgo bajo la experticia de guías y con la espontaneidad de vivir el momento.
    Podemos ver como diversos factores afectan al turismo tanto económico , social, ambiental y cultural.
    En el Ecuador podemos hacer un turismo de aventura en todas las regiones que presenta este, así que es importante ayudar a cuidar la naturaleza para que haya un turismo sostenible.
    Adjuntamos algunos links
    http://www.ecuador.travel/que-hacer/actividades/turismo-de-aventura
    decuadoralmundo.com/turismo-aventura-ecuador.html‎
    Saludos
    samanta, homero




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    1. gracias por su comentario, tienen razón que nuestro país esta lleno de aventuras nuevas y que nos falta por descubrir y sobre todo aportan sensaciones únicas en nuestras vidas como es la adrenalina, pero también tenemos que cuidar nuestro espacio único en el mundo

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  6. El tipo de turismo de aventura en el Ecuador está desarrollado pero no como se espera, la información es muy buena y recopila fuentes muy buenas, en nuestro país podemos encontrar actividades de aventura a lo largo y ancho de este, como recomendación el turismo de aventura debería de ser mejor desarrollado implementando nuevas tecnologías y profesionales más aptos.

    Saludos.
    Andrés, Paúl.

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